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Tratamiento génico y farmacológico

Actualmente no existe un tratamiento específico capaz de curar la enfermedad de Huntington, no obstante, existen una gran variedad de medicamentos que tienen como objetivo disminuir la gravedad de los síntomas (corea, trastornos psiquiátricos, alteraciones cognitivas…) En la última década, gracias a los nuevos conocimientos en genética,  se ha conseguido un notable avance en el mecanismo etiopatogénico de la enfermedad. Aun así, su abordaje terapéutico representa todavía un verdadero desafío. Los tratamientos neuroprotectores han demostrado ser seguros pero de escasa efectividad, los trasplantes y la cirugía lesional o por estimulación profunda se encuentran en etapa experimental. Con todo, la existencia de modelos experimentales capaces de reproducir los hallazgos de la enfermedad de Huntington han abierto una amplia posibilidad a nuevas terapias, entre las que destaca la terapia génica. 

Tratamiento neuroprotector

Desde hace más de 20 años, mecanismos excitotóxicos han sido implicados en el daño electivo de neuronas estriatales en la enfermedad de Huntington (EH). Estas neuronas, debido a la mutación, serían extremadamente susceptibles a la exposición a neurotrasmisores excitatorios como el glutamato. El glutamato liberado, entre otras; por las vías corticoestriatales favorecería la pérdida selectiva de neuronas medianas espinales del caudado y del putamen y un déficit frontal, a través de la activación de los receptores N-metil-Daspartato (NMDA) y alfa-amino-3-hidroxi-5-metil-4-isoxazol-propionato (AMPA). Con enfoque en esta disfunción, ciertos fármacos están en experimentación. Riluzole es un agente antagonista glutamatérgico que actúa sobre canales de sodio limitando la liberación de glutamato. Ensayos preliminares in vivo con 50 mg/dos veces por día, durante 6 semanas mostraron una mejoría de los síntomas coreicos, con reducción de 35% en la escala de corea empleada. Estos pacientes presentaron buena tolerancia al fármaco con escaso número de efectos adversos, principalmente diarrea. Por otro lado, en esta línea, tanto la memantina, bloqueador NMDA, como el baclofen, agonista GABAérgico capaz de retrasar e inhibir la liberación de glutamato y aspartato principalmente a nivel de la vía corticoestriatal, han fracasado en el tratamiento de Huntington.
 Por otro lado, en función del defecto de la actividad del complejo II de la cadena respiratoria mitocondrial que se presenta en la enfermedad y que  podría constituir uno de los pasos iniciales de la cascada de eventos capaces de inducir apoptosis celular, se ha postulado el empleo de Coenzima Q-10 como un transportador de electrones del Complejo II al III.  Hasta el momento solo ha mostrado tendencia de enlentecer los síntomas.
El defecto génico hace más vulnerables a las neuronas a los mecanismos de estrés oxidativo. Además, la huntingtina intranuclear aumenta la expresión de caspasa-1 la quea su vez activa a la caspasa-3 y promueve apoptosis neuronal.. Para tratarlo, existen varios fármacos en experimentación. Por ejemplo, la minociclina que actúa como inhibidor de caspasas y de la óxido nítrico sintetasa inducible (iNOS) o las terapias antioxidantes como la vitamina E, que han demostrado su eficacia en estadios tempranos de la enfermedad. (1)

Tratamiento Sintomático

La enfermedad de Huntington tiene diferentes aspectos sintomáticos que se pueden agrupar en: trastornos motores, psiquiátricos y cognitivos. Por el momento los mejores resultados de obtienen en la reducción de los síntomas motores y aspectos psiquiátricos, mientras que el deterioro cognitivo es difícil de controlar el punto de vista farmacológico.

Tratamiento de los síntomas motores

El corea sigue siendo el síntoma clínico que da nombre a la enfermedad, se cree es debido a una disfunción a nivel de los ganglios basales cerebrales. Si bien el mecanismo por el cual se produce aún no ha sido aclarado, se ha propuesto lo siguiente: los ganglios basales son un grupo de núcleos de sustancia gris cuyas neuronas contribuyen con impulsos excitatorios e inhibitorios, la suma de los cuales ejerce su influencia sobre la vía de unión entre los ganglios basales, el tálamo y la corteza cerebral, determinando así la función motora, expresada a través de los tractos corticoespinales y modulada además por el cerebelo.
Los ganglios basales principales son caudado, putamen (en conjunto se denominan cuerpo estriado), globo pálido (interno y externo), núcleos subtalámicos y sustancia nigra. El cuerpo estriado posee un circuito de interneuronas cuyo neurotransmisor es la acetilcolina, que actuaría como antagonista dopaminérgico.
 Existen dos circuitos que transmiten la información desde el estriado al tálamo. En relación con el circuito indirecto, debido a la enfermedad de Huntington, muchas células del estriado mueren. En consecuencia, el globo pálido externo recibe menos cantidad de neurotransmisores, lo cual se manifiesta como una menor inhibición que implica que el globo pálido externo libere más cantidad de neurotransmisor que de manera normal. El núcleo subtalámico recibe este aumento de neurotransmisor y en consecuencia se inhibe más su actividad. Como el núcleo subtalámico actúa excitando al globo pálido interno, este sufre una inhibición y liberará menos cantidad de neurotransmisor. El tálamo al recibir menos neurotransmisor del núcleo pálido interno, percibe está señal como una menor inhibición. El tálamo entonces libera más neurotransmisor al córtex motor lo que resulta en una sobre estimulación motora. Está ruta está mediada por receptores dopaminérgicos D2. (2)

En estadios más avanzados de la enfermedad, la perdida de inervación por parte del estriado también afectaría al circuito directo. En este caso, sería el globo pálido interno el que recibía menos cantidad de neurotransmisor, lo que interpretaría como una menor inhibición. El globo pálido interno liberaría menos neurotransmisor hacia el tálamo, lo cual inhibiría al tálamo. Esta inhibición implicaría que el tálamo liberase a su vez menos neurotransmisor hacia el córtex y por tanto resultase en una menor estimulación motora. Este circuito se media a través de receptores dopaminérgicos D1.(2)
El correcto control del movimiento depende del correcto equilibrio entre las vías.
Para tratar el corea, el tratamiento más efectivo hasta la fecha ha sido el bloqueo de los receptores D2 localizados en el estriado que proyectan al globo pálido externo.  Entre los neuroléptico se han utilizado haloperidol, reserpina, tetrabenazina, clozapina, quetiapina , olanzapina, risperidona, entre otros.  Sin embargo, estos medicamentos tienen fuertes efectos colaterales  como la sedación, reducción de la función cognitiva, de la actividad motora y la hipotensión. Además como los receptores D2 de la dopamina presinápticos normalmente inhiben la liberación del glutamato en las vías córtico-estriadas excitantes, los neurolépticos aumentan la liberación del glutamato en el estriado, lo cual puede relacionarse con el desarrollo de la discinesia tardía, un trastorno neurológico clínica y patológicamente semejante al corea de la EH, provocada por el uso crónico de neurolépticos.(3)
La distonia es otro síntoma frecuente dentro del espectro clínico de la enfermedad de Huntington y se trata con toxina butulínica administrada de forma subcutánea o intramuscular.
El parkinsonismo puede aparecer como una forma de inicio de la enfermedad, sobre todo en los Huntington de inicio juvenil, o como efecto secundario de las medicaciones neurolépticas administradas. Se suele tratar con agonistas dopaminérgicos o con levodopa. (4)

Tratamiento de los síntomas psiquiátricos


La ansiedad, la depresión, la apatía y el trastorno obsesivo-compulsivo suelen ser las manifestaciones predominantes en los enfermos de Huntington. Farmacológicamente se pueden tratar con los mismos neuroléptico atípicos utilizados para el tratamiento del corea. Son también útiles los fármacos antidepresivos, principalmente los inhibidores de la recaptación de la serotonina, por ejemplo, paroxetina. (4) La ansiedad aparece a consecuencia de la pérdida, cercana al 85% de la glutámico ácido descarboxilasa, enzima encargada de la síntesis de GABA. Los ansiolíticos como benzodizepinas, buspirona y agonistas GABAérgicos resultan de utilidad.

Terapia génica

Como sabemos, la enfermedad de se caracteriza por la mutación del gen humano htt, que codifica para la huntingtina, la cual forma agregados intranucleares neuronales encontrados principalmente en neuronas corticales y estriatales causando la muerte. La terapia génica es una importante vía en la búsqueda de un posible tratamiento de la enfermedad. Consiste en la introducción de diferentes constructos génicos a nivel celular para inhibir la transcripción o traducción de la proteína mutada, incluso se puede restituir su función normal sustituyendo el gen defectuoso por uno nuevo. En la actualidad la mayoría de ensayos se encuentran en fase pre-clínica pero con notables resultados positivos. La estrategia terapeútica más prometedora está siendo el uso de siRNAs (small interference RNA) para disminuir la expresión del gen htt mutado.
El ARN de interferencia (ARNi) es un mecanismo biológico presente en las células de muchos organismos, incluido el humano, conservado evolutivamente que interviene en el silenciamiento génico postrancripcional y lo hace apareándose por complementariedad con un ARN mensajero diana. El mecanismo puedo haber evolucionado para interferir con la replicación viral o la actividad de transposones o para responder a otras fromas inapropiadas de expresión génica. La terapia génica se basa en el diseño de moléculas de ARNi que mimeticen las generadas por el propio organismo, silenciado así el ARN de la huntingtina mutada.
Los ARN de interferencia es una cadena de ARN de hebra simple que proviene de una molécula de ARN de doble cadena conocida como ARN dúplex de interferencia (ARNsi). El ARNsi proviene a su vez de la escisión de una molécula de ARN de doble hebra (dsARN) conservado en el núcleo de la célula. Esta escisión es catalizada en el citoplasma por la enzima Dicer, una ribonucleasa RNasa III, que corta a intervalos de aproximadamente 22 pb y da lugar a los ARNsi. Así pues, todos los ARNsi tienen una longitud de 21 a 23 nucleótidos y son dúpex con morfología tipo pasador, con un extremo 5´fosforilado y un extremo 3´ con dos nucleótidos que sobresalen de esta estructura. Estas características los hacen específicos para que puedan ser reconocidos por el complejo de silenciamiento inducido por ARN (RISC), una nucleasa que presenta actividad helicasa y deshebra al ARNsi. El RISC junto con el ARN de una sola hebra, detectan al ARNm blanco y se unen a él por complementariedad. El corte del ARNm blanco lo realiza una enzima con actividad RNasa H conocida como Slicer. El corte ocurre sólo en la región homóloga entre el ARNm y el ARNsi. Finalmente RISC degrada completamente el ARNm. (5), (6)


Para silenciar la huntingtina mutada de manera artificial es necesario introducir en la célula el ARNi sintetizado complementario al ARNm mutado.  En un principio se transfectaban las células ARNsi desnudos. Se observaba un efecto de silenciamiento pero después de un tiempo la proteína mutada recuperaba sus concentraciones iniciales. Por esa razón se decidió utilizar ARNsi basados en vectores de ADN que lo incluyesen en el material genético de la célula. Estos vectores contienen un promotor U6 humano, necesario y específico para la generación de ARNsi. Se utilizan vectores virales como  los retrovirus y fusiones de ARNsi en liposomas. Las células diana serían las células espinosas medias del cuerpo estriado. (5)


Hasta ahora esta terapia solo se ha estudiado en ratones transgénicos con la enfermedad de Huntington y los resultados evidenciaron una disminución en la producción de huntingtina mutada. Sin embargo, se ha reportado que los ARNsi artificiales pueden tener efectos no específicos (efectos off-target), es decir que pueden regular la expresión de blancos involuntarios u obstaculizar la incorporación de otros ARNsi. Además, el bloqueo completo de la huntingtina puede ocasionar también efectos negativos. A pesar de que la función de la huntingtina no está completamente definida, los estudios en ratones knockout sugieren que tiene una función importante en la embriogénesis y en el desarrollo del cerebro. Mientras que los ratones heterocigotos a los que se les había eliminado el gen Htt eran normales, los homocigotos morían de embriones.(6)

Bibliografía (tratamiento farmacológico y genético)

1.     Gatto, Emilia. Enfermedad de Huntington: Tratamiento. Revista de Neuro-Psiquiatría 2002; 65: 202-22106
2.     Tovar Franco, Jairo Alfonso. Neurobioquímica. Enfermedad de Huntington. Disponible en:
3.     Leite, J. Fernandes. La enfermedad de Huntington: una visión biomolecular. Revneurol 2001; 32 (8): 762-767
4.     López del Val, Burguera Hernández. Enfermedad de Huntington. Claves y respuestas para un desafío singular. Edición 2010. Capítulo 12: 105-112
5.     Nakamura López, Yuko y cols. Aplicaciones terapeúticas del ARN de interferencia. Bioquimia. Artículo de revisión genética. Volumen 34. Nº1. (Enero-Marzo 2009): 26-38

6.     Scott Q. Harper. Progress and Challenges in RNA Interference Therapy for Huntington Disease. Arch Neurol. 2009; 66(8): 933-938
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