Actualmente no existe un tratamiento específico capaz
de curar la enfermedad de Huntington, no obstante, existen una gran variedad de
medicamentos que tienen como objetivo disminuir la gravedad de los síntomas
(corea, trastornos psiquiátricos, alteraciones cognitivas…) En la última década, gracias a los nuevos
conocimientos en genética, se ha
conseguido un notable avance en el mecanismo etiopatogénico de la enfermedad. Aun
así, su abordaje terapéutico representa todavía un verdadero desafío. Los
tratamientos neuroprotectores han demostrado ser seguros pero de escasa efectividad,
los trasplantes y la cirugía lesional o por estimulación profunda se
encuentran en etapa experimental. Con todo, la existencia de modelos
experimentales capaces de reproducir los hallazgos de la enfermedad de
Huntington han abierto una amplia posibilidad a nuevas terapias, entre las que
destaca la terapia génica.
La enfermedad de Huntington o corea de Huntington fue descrita por primera vez en 1872 por el médico norteamericano George Huntington; es una enfermedad hereditaria que se caracteriza por movimientos de cuerpo anormales, demencia y alteraciones psiquiátricas. En este blog recogemos todas las características de la enfermedad, dando especial relevancia a los aspectos genéticos de la misma.
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Tratamiento neuroprotector
Desde hace más de 20 años, mecanismos excitotóxicos
han sido implicados en el daño electivo de neuronas estriatales en la enfermedad
de Huntington (EH). Estas neuronas, debido a la mutación, serían extremadamente
susceptibles a la exposición a neurotrasmisores excitatorios como el glutamato.
El glutamato liberado, entre otras; por las vías corticoestriatales favorecería
la pérdida selectiva de neuronas medianas espinales del caudado y del putamen y
un déficit frontal, a través de la activación de los receptores N-metil-Daspartato
(NMDA) y alfa-amino-3-hidroxi-5-metil-4-isoxazol-propionato (AMPA). Con enfoque
en esta disfunción, ciertos fármacos están en experimentación. Riluzole es un agente antagonista
glutamatérgico que actúa sobre canales de sodio limitando la liberación de
glutamato. Ensayos preliminares in vivo con 50 mg/dos veces por día,
durante 6 semanas mostraron una mejoría de los síntomas coreicos, con reducción
de 35% en la escala de corea empleada. Estos pacientes presentaron buena
tolerancia al fármaco con escaso número de efectos adversos, principalmente
diarrea. Por otro lado, en esta línea, tanto la memantina, bloqueador NMDA, como el baclofen, agonista GABAérgico
capaz de retrasar e inhibir la liberación de glutamato y aspartato principalmente
a nivel de la vía corticoestriatal, han fracasado en el tratamiento de
Huntington.
Por otro
lado, en función del defecto de la actividad del complejo II de la cadena
respiratoria mitocondrial que se presenta en la enfermedad y que podría constituir uno de los pasos iniciales
de la cascada de eventos capaces de inducir apoptosis celular, se ha postulado
el empleo de Coenzima Q-10 como un transportador de electrones del Complejo II
al III. Hasta el momento solo ha
mostrado tendencia de enlentecer los síntomas.
El defecto génico hace
más vulnerables a las neuronas a los mecanismos de estrés oxidativo. Además, la
huntingtina intranuclear aumenta la expresión de caspasa-1 la quea su vez activa a la caspasa-3 y promueve apoptosis neuronal.. Para tratarlo, existen
varios fármacos en experimentación. Por ejemplo, la minociclina que actúa como inhibidor de caspasas y de la
óxido nítrico sintetasa inducible (iNOS) o las terapias antioxidantes como la
vitamina E, que han demostrado su eficacia en estadios tempranos de la
enfermedad. (1)
Tratamiento Sintomático
La enfermedad de Huntington tiene diferentes
aspectos sintomáticos que se pueden agrupar en: trastornos motores,
psiquiátricos y cognitivos. Por el momento los mejores resultados de obtienen
en la reducción de los síntomas motores y aspectos psiquiátricos, mientras que
el deterioro cognitivo es difícil de controlar el punto de vista farmacológico.
Tratamiento de los síntomas motores
El corea sigue siendo el síntoma clínico que da
nombre a la enfermedad, se cree es debido a una disfunción a nivel de los ganglios basales cerebrales.
Si bien el mecanismo por el cual se produce aún no ha sido
aclarado, se ha propuesto lo siguiente: los ganglios basales son un grupo de
núcleos de sustancia gris cuyas neuronas contribuyen con impulsos excitatorios
e inhibitorios, la suma de los cuales ejerce su influencia sobre la vía de
unión entre los ganglios basales, el tálamo y la corteza cerebral, determinando
así la función motora, expresada a través de los tractos corticoespinales y
modulada además por el cerebelo.
Los ganglios basales principales son caudado,
putamen (en conjunto se denominan cuerpo estriado), globo pálido (interno y
externo), núcleos subtalámicos y sustancia nigra. El cuerpo estriado posee un
circuito de interneuronas cuyo neurotransmisor es la acetilcolina, que actuaría
como antagonista dopaminérgico.

En estadios más avanzados de la enfermedad, la
perdida de inervación por parte del estriado también afectaría al circuito
directo. En este caso, sería el globo pálido interno el que recibía menos
cantidad de neurotransmisor, lo que interpretaría como una menor inhibición. El
globo pálido interno liberaría menos neurotransmisor hacia el tálamo, lo cual
inhibiría al tálamo. Esta inhibición implicaría que el tálamo liberase a su vez
menos neurotransmisor hacia el córtex y por tanto resultase en una menor
estimulación motora. Este circuito se media a través de receptores
dopaminérgicos D1.(2)
Para tratar el corea, el tratamiento más efectivo
hasta la fecha ha sido el bloqueo de los receptores D2 localizados en el
estriado que proyectan al globo pálido externo.
Entre los neuroléptico se han utilizado haloperidol, reserpina,
tetrabenazina, clozapina, quetiapina , olanzapina, risperidona, entre
otros. Sin embargo, estos medicamentos
tienen fuertes efectos colaterales como
la sedación, reducción de la función cognitiva, de la actividad motora y la
hipotensión. Además como los receptores D2 de la dopamina presinápticos
normalmente inhiben la liberación del glutamato en las vías córtico-estriadas
excitantes, los neurolépticos aumentan la liberación del glutamato en el
estriado, lo cual puede relacionarse con el desarrollo de la discinesia tardía,
un trastorno neurológico clínica y patológicamente semejante al corea de la EH,
provocada por el uso crónico de neurolépticos.(3)
La distonia es otro síntoma frecuente dentro del
espectro clínico de la enfermedad de Huntington y se trata con toxina
butulínica administrada de forma subcutánea o intramuscular.
El parkinsonismo puede aparecer como una forma de
inicio de la enfermedad, sobre todo en los Huntington de inicio juvenil, o como
efecto secundario de las medicaciones neurolépticas administradas. Se suele
tratar con agonistas dopaminérgicos o con levodopa. (4)
Tratamiento de los síntomas psiquiátricos
La ansiedad, la depresión, la apatía y el trastorno
obsesivo-compulsivo suelen ser las manifestaciones predominantes en los
enfermos de Huntington. Farmacológicamente se pueden tratar con los mismos
neuroléptico atípicos utilizados para el tratamiento del corea. Son también
útiles los fármacos antidepresivos, principalmente los inhibidores de la
recaptación de la serotonina, por ejemplo, paroxetina. (4) La ansiedad aparece a
consecuencia de la pérdida, cercana al 85% de la glutámico ácido
descarboxilasa, enzima encargada de la síntesis de GABA. Los ansiolíticos como benzodizepinas,
buspirona y agonistas GABAérgicos resultan de utilidad.
Terapia génica
Como sabemos, la enfermedad de se
caracteriza por la mutación del gen humano htt, que codifica para la huntingtina,
la cual forma agregados intranucleares neuronales encontrados principalmente en
neuronas corticales y estriatales causando la muerte. La terapia génica es una
importante vía en la búsqueda de un posible tratamiento de la enfermedad.
Consiste en la introducción de diferentes constructos génicos a nivel celular
para inhibir la transcripción o traducción de la proteína mutada, incluso se
puede restituir su función normal sustituyendo el gen defectuoso por uno nuevo.
En la actualidad la mayoría de ensayos se encuentran en fase pre-clínica pero
con notables resultados positivos. La estrategia terapeútica más prometedora
está siendo el uso de siRNAs (small interference RNA) para disminuir la
expresión del gen htt mutado.

Los ARN de interferencia es una
cadena de ARN de hebra simple que proviene de una molécula de ARN de doble
cadena conocida como ARN dúplex de interferencia (ARNsi). El ARNsi proviene a
su vez de la escisión de una molécula de ARN de doble hebra (dsARN) conservado
en el núcleo de la célula. Esta escisión es catalizada en el citoplasma por la
enzima Dicer, una ribonucleasa RNasa III, que corta a intervalos de
aproximadamente 22 pb y da lugar a los ARNsi. Así pues, todos los ARNsi tienen
una longitud de 21 a 23 nucleótidos y son dúpex con morfología tipo pasador,
con un extremo 5´fosforilado y un extremo 3´ con dos nucleótidos que sobresalen
de esta estructura. Estas características los hacen específicos para que puedan
ser reconocidos por el complejo de silenciamiento inducido por ARN (RISC), una
nucleasa que presenta actividad helicasa y deshebra al ARNsi. El RISC junto con
el ARN de una sola hebra, detectan al ARNm blanco y se unen a él por
complementariedad. El corte del ARNm blanco lo realiza una enzima con actividad
RNasa H conocida como Slicer. El corte ocurre sólo en la región homóloga entre
el ARNm y el ARNsi. Finalmente RISC degrada completamente el ARNm. (5), (6)
Para silenciar
la huntingtina mutada de manera artificial es necesario introducir en la célula
el ARNi sintetizado complementario al ARNm mutado. En un principio se transfectaban las células
ARNsi desnudos. Se observaba un efecto de silenciamiento pero después de un
tiempo la proteína mutada recuperaba sus concentraciones iniciales. Por esa
razón se decidió utilizar ARNsi basados en vectores de ADN que lo incluyesen en
el material genético de la célula. Estos vectores contienen un promotor U6 humano,
necesario y específico para la generación de ARNsi. Se utilizan vectores
virales como los retrovirus y fusiones
de ARNsi en liposomas. Las células diana serían las células espinosas medias
del cuerpo estriado. (5)
Hasta ahora esta terapia solo se ha estudiado en ratones transgénicos con la enfermedad de Huntington y los resultados evidenciaron una disminución en la producción de huntingtina mutada. Sin embargo, se ha reportado que los ARNsi artificiales pueden tener efectos no específicos (efectos off-target), es decir que pueden regular la expresión de blancos involuntarios u obstaculizar la incorporación de otros ARNsi. Además, el bloqueo completo de la huntingtina puede ocasionar también efectos negativos. A pesar de que la función de la huntingtina no está completamente definida, los estudios en ratones knockout sugieren que tiene una función importante en la embriogénesis y en el desarrollo del cerebro. Mientras que los ratones heterocigotos a los que se les había eliminado el gen Htt eran normales, los homocigotos morían de embriones.(6)
Bibliografía (tratamiento farmacológico y genético)
1.
Gatto,
Emilia. Enfermedad de Huntington: Tratamiento. Revista de Neuro-Psiquiatría 2002; 65: 202-22106
2.
Tovar
Franco, Jairo Alfonso. Neurobioquímica. Enfermedad de Huntington. Disponible
en:
3.
Leite,
J. Fernandes. La enfermedad de Huntington: una visión biomolecular.
Revneurol 2001; 32
(8): 762-767
4.
López
del Val, Burguera Hernández. Enfermedad de Huntington. Claves y respuestas para
un desafío singular. Edición 2010. Capítulo 12: 105-112
5.
Nakamura
López, Yuko y cols. Aplicaciones terapeúticas del ARN de interferencia.
Bioquimia. Artículo de revisión genética. Volumen 34. Nº1. (Enero-Marzo 2009):
26-38
6.
Scott
Q. Harper. Progress and Challenges in RNA Interference Therapy for Huntington
Disease. Arch Neurol. 2009; 66(8): 933-938
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