Entrenamiento en las AVD
Cuando una persona padece la EH, muchas de estas
actividades se vuelven difíciles e incluso en ocasiones resultan imposibles;
pero entrenándolas en el momento adecuado, con una serie de estrategias,
consejos y productos de
apoyo, se puede facilitar su realización durante más tiempo y retrasar la
dependencia de otra persona.
Desde el comienzo, la EH conlleva deficiencias y
limitaciones de la actividad que afectan a las extremidades superiores. Los trastornos
del movimiento predominantes y las alteraciones de los
miembros superiores conducen
a limitaciones progresivas en actividades como alcanzar, agarrar, manipular, y
en diversas tareas de motricidad fina. Teniendo en cuenta este marco, se
desarrollan las siguientes actividades:
- Tabla de ejercicio activa: entrenamiento del paciente en la realización de una tabla de movilización activa buscando una rutina de ejercicios diaria para él, dirigida a prevenir problemas de corea y bradicinesia, y a mejorar la respiración, rango articular y muscular, consiguiendo un mayor nivel de actividad física y resistencia a la fatiga. Incluye ejercicios de rotaciones de cabeza, inclinaciones laterales de cabeza y cuello, flexo-extensión del hombro, flexo-extensión de codos, separación y aproximación del brazo al cuerpo, prono-supinación del antebrazo, apertura y cierre de la mano, rotaciones de tronco, flexo-extensión del tronco y de rodilla, flexión de cadera, flexión dorsal del pie, y eversión e inversión de pie.
- Tabla de motricidad fina: de igual forma que la anterior, se enseñan una serie de ejercicios encaminados a mejorar la coordinación fina y gruesa, la coordinación bimanual y la lateralidad, fuerza en miembro superior, control motor y corrección postural para mejorar la funcionalidad de la persona. Esta secuencia de ejercicios será de fácil realización y se llevará a cabo con materiales de bajo coste, pudiendo generalizar su entrenamiento al facilitar dichos materiales al paciente para que pueda hacerla en su propio domicilio de forma rutinaria.
- Asesoramiento y entrenamiento en actividades de la vida diaria: se realizan a diario y contribuyen de manera significativa a la calidad de vida (higiene personal, higiene oral, baño/ducha, vestido, alimentación, medicación, socialización, movilidad funcional…).
Estimulación cognitiva
Se incluyen actividades para mejorar la percepción visual,
atención y memoria: discriminación figura-fondo, buscar la letra o número que
se repite una sola vez, cuántas veces se repite una letra o un número, tachar
todos los números impares, seguir instrucciones para buscar diferencias,
semejanzas, y palabras que no pertenecen a la misma categoría. Son de fácil
lectura, con letra clara y grande, con un grado de dificultad adecuado para no
fatigar al paciente, y con sencillas explicaciones. Se ofrecen diferentes
ejercicios para casa, buscando prolongar en el tiempo el efecto de la
estimulación obtenida durante la sesión terapéutica, la creación de rutinas de
estimulación, y minimizar el deterioro cognitivo del paciente.
Estos ejercicios siempre quedan registrados para poder observar el progreso y las dificultades.
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