La enfermedad de Huntington tiene diferentes
aspectos sintomáticos que se pueden agrupar en: trastornos motores,
psiquiátricos y cognitivos. Por el momento los mejores resultados de obtienen
en la reducción de los síntomas motores y aspectos psiquiátricos, mientras que
el deterioro cognitivo es difícil de controlar el punto de vista farmacológico.
Tratamiento de los síntomas motores
El corea sigue siendo el síntoma clínico que da
nombre a la enfermedad, se cree es debido a una disfunción a nivel de los ganglios basales cerebrales.
Si bien el mecanismo por el cual se produce aún no ha sido
aclarado, se ha propuesto lo siguiente: los ganglios basales son un grupo de
núcleos de sustancia gris cuyas neuronas contribuyen con impulsos excitatorios
e inhibitorios, la suma de los cuales ejerce su influencia sobre la vía de
unión entre los ganglios basales, el tálamo y la corteza cerebral, determinando
así la función motora, expresada a través de los tractos corticoespinales y
modulada además por el cerebelo.
Los ganglios basales principales son caudado,
putamen (en conjunto se denominan cuerpo estriado), globo pálido (interno y
externo), núcleos subtalámicos y sustancia nigra. El cuerpo estriado posee un
circuito de interneuronas cuyo neurotransmisor es la acetilcolina, que actuaría
como antagonista dopaminérgico.
Existen dos
circuitos que transmiten la información desde el estriado al tálamo. En
relación con el circuito indirecto, debido a la enfermedad de Huntington,
muchas células del estriado mueren. En consecuencia, el globo pálido externo
recibe menos cantidad de neurotransmisores, lo cual se manifiesta como una
menor inhibición que implica que el globo pálido externo libere más cantidad de
neurotransmisor que de manera normal. El núcleo subtalámico recibe este aumento
de neurotransmisor y en consecuencia se inhibe más su actividad. Como el núcleo
subtalámico actúa excitando al globo pálido interno, este sufre una inhibición
y liberará menos cantidad de neurotransmisor. El tálamo al recibir menos
neurotransmisor del núcleo pálido interno, percibe está señal como una menor
inhibición. El tálamo entonces libera más neurotransmisor al córtex motor lo
que resulta en una sobre estimulación motora. Está ruta está mediada por receptores
dopaminérgicos D2. (2)
En estadios más avanzados de la enfermedad, la
perdida de inervación por parte del estriado también afectaría al circuito
directo. En este caso, sería el globo pálido interno el que recibía menos
cantidad de neurotransmisor, lo que interpretaría como una menor inhibición. El
globo pálido interno liberaría menos neurotransmisor hacia el tálamo, lo cual
inhibiría al tálamo. Esta inhibición implicaría que el tálamo liberase a su vez
menos neurotransmisor hacia el córtex y por tanto resultase en una menor
estimulación motora. Este circuito se media a través de receptores
dopaminérgicos D1.(2)
Para tratar el corea, el tratamiento más efectivo
hasta la fecha ha sido el bloqueo de los receptores D2 localizados en el
estriado que proyectan al globo pálido externo.
Entre los neuroléptico se han utilizado haloperidol, reserpina,
tetrabenazina, clozapina, quetiapina , olanzapina, risperidona, entre
otros. Sin embargo, estos medicamentos
tienen fuertes efectos colaterales como
la sedación, reducción de la función cognitiva, de la actividad motora y la
hipotensión. Además como los receptores D2 de la dopamina presinápticos
normalmente inhiben la liberación del glutamato en las vías córtico-estriadas
excitantes, los neurolépticos aumentan la liberación del glutamato en el
estriado, lo cual puede relacionarse con el desarrollo de la discinesia tardía,
un trastorno neurológico clínica y patológicamente semejante al corea de la EH,
provocada por el uso crónico de neurolépticos.(3)
La distonia es otro síntoma frecuente dentro del
espectro clínico de la enfermedad de Huntington y se trata con toxina
butulínica administrada de forma subcutánea o intramuscular.
El parkinsonismo puede aparecer como una forma de
inicio de la enfermedad, sobre todo en los Huntington de inicio juvenil, o como
efecto secundario de las medicaciones neurolépticas administradas. Se suele
tratar con agonistas dopaminérgicos o con levodopa. (4)
Tratamiento de los síntomas psiquiátricos
La ansiedad, la depresión, la apatía y el trastorno
obsesivo-compulsivo suelen ser las manifestaciones predominantes en los
enfermos de Huntington. Farmacológicamente se pueden tratar con los mismos
neuroléptico atípicos utilizados para el tratamiento del corea. Son también
útiles los fármacos antidepresivos, principalmente los inhibidores de la
recaptación de la serotonina, por ejemplo, paroxetina. (4) La ansiedad aparece a
consecuencia de la pérdida, cercana al 85% de la glutámico ácido
descarboxilasa, enzima encargada de la síntesis de GABA. Los ansiolíticos como benzodizepinas,
buspirona y agonistas GABAérgicos resultan de utilidad.
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